En su mensaje de Navidad suplicó que cesen las operaciones militares, con sus «dramáticas consecuencias» de víctimas civiles inocentes, y que se remedie la «desesperada» situación humanitaria permitiendo la llegada de ayuda.
El Papa Francisco volvió a referirse en primer lugar a la situación en Oriente Próximo en su mensaje de Navidad al reclamar que «no se siga alimentando la violencia y el odio, sino que se encuentre una solución a la cuestión palestina por medio de un diálogo sincero y perseverante entre las partes, sostenido por una fuerte voluntad política y el apoyo de la comunidad internacional». «Hermanos y hermanas, recemos por la paz en Palestina y en Israel», exclamó.
Así lo puso de manifiesto desde la logia central de la basílica vaticana, a la que se asomó para leer el mensaje de Navidad e imponer, posteriormente, la bendición ‘urbi et orbi’ a todos los que han escuchado su mensaje. Unas 70 mil personas han seguido en directo este año su mensaje, según fuentes vaticanas.