El presidente Javier Milei, rodeado por todo su gabinete, dio a conocer anoche el Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) que modifica o deroga más de 300 normas para desregular la economía, y abre paso a las privatizaciones de las empresas públicas, revocar la ley de alquileres y el régimen laboral así como reformar el sistema de atención en medicina privada y las obras sociales, en lo que fue considerado por dirigentes políticos como un saqueo al Estado nacional
y un golpe de Estado
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Apenas se conocieron las medidas del mandatario, en casi todos los barrios de esta capital se produjo un cacerolazo que se extendió a otras provincias, mismos que proseguían pasada la medianoche, mientras una multitud se manifestaba afuera del Congreso.
Todas las centrales sindicales estaban reunidas y se esperan reacciones generalizadas, ya que también afectan a la industria, al comercio, a las pequeñas y medianas empresas a todos los sectores de la sociedad.
Nadie dormía en estas horas y la indignación se expresaba hasta con llanto, como se ha visto en las reacciones desesperadas de la población. Nunca sucedió esto a sólo 10 días de que algún presidente haya asumido el poder.
Se trata de imponer un ajuste sobre el ajuste que tanto pregonó durante su campaña. En buena parte de su discurso repitió lo que dijo el día 10, cuando asumió el gobierno de espaldas al Congreso.
Ratificó varios de los conceptos que fueron parte de ese discurso, como los cien años de gobiernos fracasados y denostando a los políticos y en este caso a las castas
, cuando a su lado estaban el ministro de Economía, Luis Caputo, y otros funcionarios, todos de esas castas
que llevaron a la gravísima situación de crisis y al mayor endeudamiento de la historia, cuando formaban parte de la coalición derechista Cambiemos, en la presidencia de Mauricio Macri (2015-2019), hoy socio activo de Milei.
En estos días los medios más consecuentes con la verdad mostraron al ministro de Economía de la dictadura (1976-1983), Miguel Martínez de Hoz, quien al presentar su plan, acompañado por la junta militar, expuso los mismos puntos que ahora utilizó Milei.
De nuevo, el mandatario habló de tratar de evitar la peor crisis de nuestra historia
, olvidando que el 20 de diciembre de 2001 se vivió la mayor crisis de la historia de Argentina, que terminó con el estallido popular que llevó a la renuncia y huida en helicóptero del presidente de entonces, Fernando de la Rúa.
“Hoy es un día histórico para nuestro país, después de décadas de fracasos, empobrecimiento y anomias, hoy comenzamos el camino de la reconstrucción. Diseñamos un plan de estabilización de shock que comprende política fiscal y monetaria, una política cambiaria que sinceró el tipo de cambio al valor de mercado y una política monetaria que incluye el saneamiento del Banco Central”, fueron sus palabras iniciales.
Destacó que los libertarios realizan su máximo esfuerzo para intentar disminuir los efectos trágicos de lo que puede ser la peor crisis de nuestra historia, producto de décadas de gobiernos que han insistido con recetas fracasadas. Porque como dijimos durante todos estos meses, el problema no es el chef, sino la receta. Esas ideas que fracasaron en Argentina son las mismas que han fracasado a lo largo y ancho del planeta
, según él, aplicando una doctrina que podrían llamar izquierda, socialismo, fascismo, comunismo y que a nosotros nos gusta catalogar de colectivismo, es una forma de pensamiento que diluye al individuo en favor del poder del Estado
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