Los habitantes de la Unidad Habitacional San Bartolo, ubicada en la 11 Sur de Puebla, están experimentando una ola de delitos que atenta contra su patrimonio y tranquilidad.
Según el testimonio de una residente que ha preferido mantenerse anónima bajo el pseudónimo de “Raquel”, desde el 3 de diciembre, los robos se han intensificado, afectando particularmente a los modelos de coches “Attitude”.
Los vecinos reportan robos de estéreos, espejos laterales, tapones de llantas y baterías.
Estos actos delictivos no solo representan un daño material considerable, sino que también causan bloqueos en los vehículos afectados, lo que lleva a situaciones de estrés y dificultades financieras para los propietarios.
Raquel comenta que la situación ha llegado a tal punto que la seguridad y la paz mental de los residentes se ven comprometidas: “Ya no dormimos en paz”.
A pesar de haber realizado denuncias formales, la percepción es que estas no han resultado en una solución efectiva.
Hace aproximadamente tres años, con el inicio de la pandemia, un grupo de individuos se presentó como “vigilantes”, dejando notas en los vehículos anunciando haber impedido robos y solicitando una “cooperación” para la seguridad de los coches.
Posteriormente, amenazaron con restringir el acceso a aquellos que no contribuyeran con una cuota.
Este hecho suscita sospechas entre los habitantes sobre la posible colusión de estos falsos vigilantes con los delincuentes.
Desde la mesa directiva de San Bartolo se ha enviado un mensaje claro a través de un grupo de vecinos: es crucial que los afectados denuncien y que cualquier sospechoso sea reportado a vigilancia.
Las autoridades de seguridad, por su parte, recomiendan especial precaución a los propietarios de los modelos afectados y afirman mantenerse alerta, aunque también indican la reluctancia de algunos vecinos a colaborar con las medidas de seguridad y a realizar las denuncias pertinentes.